martes, 10 de abril de 2012

La cima

Aquella tarde de abril era tranquila, y por lo menos no llovía, debía ser la primera vez en meses, que no caía una gota de agua en todo el día. Decidí coger mi bici y el cuaderno con mi boli de la inspiración, para poder escribir en paz, sola. Empecé a pedalear sin cesar hasta que en el segundo camino, gire a la derecha para poder subir por la colina hasta llegar a la cima de la pequeña loma a la que iba cuando necesitaba tranquilidad.

Desde allí arriba podía ver el mundo, me sentía la reina del mundo; y no esta confusa o abrumada, todo lo contrario, estaba tranquila y relajada. Era un muy buen dia para escribir.
Oí un sonido a lo lejos, era el sonido de otra bici. La ignore sin mas y continué sumergida en mis pensamientos. Entonces, alguien toco mi hombro. Allí estaba. Me quedé sin respiración. No podía creer lo que estaba viendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario