Es complicado poner en palabras lo que pasa cada vez que oigo tu nombre, te veo o hablan de ti cerca de mi. Es horrible, es como volverse bipolar.
Con mis amigos tengo que mostrar una fachada de seguridad y perfección, una fachada sin ninguna grieta, sin ninguna fisura. Pero cuando estoy sola, le doy vueltas a las cosas y creo que hay veces que me paso, pero hay otras en las que realmente deseo las cosas que te pasan
Te jactas de ser muy adulto, sensato, maduro, pero en realidad solo eres un niñato disfrazado por un DNI en el que pone tu edad física, pero no la mental. Tus acciones son de nene de guardería en vez de la persona adulta de la que te jactas ser, y yo ante eso no se como actuar. Llevo en esta situación tres meses. Llevo tres meses confusa.
Pero de lo único que estoy segura, es de que no quiero volver a cometer, jamas, el mismo error.
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