viernes, 18 de mayo de 2012

Sinceridad

Bonita palabra. Nuestro padres nos la han inculcado desde pequeños, pero acaso ¿Ser sincero no es a veces una tortura?, ¿Se puede ser siempre sincero con las personas de tu alrededor?

La gente que realmente dice lo que piensa, la llamamos borde o decimos que no tiene pelos en la lengua, cuando no nos afecta su sinceridad de sus comentarios directamente. Pero, ¿Y nosotros mismos? ¿Somos realmente sinceros con nosotros mismos y con los de nuestro alrededor? Creedme que no. Todos mentimos. Y lo escudamos en mentiras piadosas, aquellas que no dañan, pero en el fondo si lo hacen.

Utilizar la mentira es como llevar puesta una mascara y estar atada a ella contantemente, por que a nada de que se te mueva, se vera tu cara real, ante cualquier situación.

Cuando debes ser sincero con alguien debes medir tus palabras sin llegar a mentir. Pero cuando decides ser totalmente sincero con alguien es cuando llegan los verdaderos problemas, por que la gente cuando pide sinceridad, en realidad no la quiere, lo único que quieren es que les des la razón y que compartas su punto de vista. La gente no esta preparada para oír la verdad, la gente oye y acepta lo que quiere oír, sino eres un borde.

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