Todos los planes sobre los que había fabricado mi futuro sean derrumbado, cuan castillo de naipes. Pero no les daré la satisfacción de verme hundida, todo lo contrario: recurriré a la picardía, a la malicia y al sarcasmo para que toda su mierda les explote de lleno en sus caras. Que ellos no hayan conseguido todo lo que se han propuesto no quiere decir que yo no lo vaya a conseguir.
Tardaré más o menos, pero lo terminaré consiguiendo, por que es algo que quiero. Y para mejorar las cosas, la persona que quiero me apoya en ello. Eso si que es una verdadera motivación.
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