Y pensar que seguimos siendo amigos, es un milagro. Después de lo que paso y de que no me apollases a pesar de ser tu la causa de mi conflicto, la causa de mis lloros y mi mala racha, a pesar de que me jodiste la vida.
Tienes eso algo embriagador, casi mágico me atrevería a decir. Tienes la facilidad de que, cuando estoy cerca de ti se me olvida todo lo malo que me has hecho y solo pienso en el presente, en lo que estamos viviendo. ¿Qué mas se puede pedir?
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