
Pero por desgracia hoy la realidad mata al sueño y otro sin día sin verte sigue siendo una condena para mi alma y para nuestros besos. Por qué no concibo cualquier cosa sin tu sonrisa, sin tus palabras de animo, sin tus gestos, tu manera de decirme que me quieres y yo siempre, tonta de mi, rehuyendo tus intentos de morder esa parte de mi con la que te llevaras un pedazo de mi vida.
Por que te quiero y no tengo miedo de decirlo, ni tampoco de admitirlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario